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En nuestra participación mensual en el programa L’Altra Ràdio, con quien colaboramos desde marzo de 2017, hemos hablado con Cinto Niqui sobre Cooperativismo de Plataforma. Aquí podéis escuchar nuestra aportación (en catalán), o entrad en el programa, que pone la cultura audiovisual al alcance de todas. Trata sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación y su impacto en la sociedad contemporánea. Radio, televisión, internet y aplicaciones son las protagonistas de este magacín nacido en 1980, con más de 2200 ediciones.
El cooperativismo de plataforma es un concepto que se empezó a utilizar hace unos 4 años como alternativa al de «economía de plataforma». Tanto en un concepto como en el otro, plataformas digitales hacen de intermediarias entre quien ofrece un servicio y quien lo recibe, utilizan la tecnología para poner en contacto la oferta y la demanda. En el cooperativismo de plataforma la estructura empresarial es cooperativista, la fuerza de trabajo es propietaria de la empresa y la gobierna democráticamente, en la economía de plataforma esto no ocurre.
Plataformas digitales conocidas son: Uber, Cabify para el transporte de pasajeros o Deliveroo y Glovo para el reparto, o Airbnb por el alojamiento y Amazon para la comercialización y distribución de mercancías. A menudo son financiadas por fondos de capital o internamente por trasvase de capital de una sección muy rentable de la empresa a otra que en realidad no lo es, de rentable, y se sostiene con pérdidas.
Han conseguido grandes beneficios a través del extractivismo, extrayendo riqueza de su entorno, despojando las personas trabajadoras, empeorando los modelos de movilidad,y de vivienda y destruyendo el comercio local.
El cooperativismo de plataforma es una alternativa a la economía extractivista de plataforma. Es una propuesta que se está construyendo.
Hay quien piensa que las propuestas de cooperativismo de plataforma deben crecer, porque ganar escala es capital para ser rentable, y hay quien piensa que lo que debe ganar escala es el software que se necesita para crear las plataformas digitales, pero las estructuras empresariales que utilicen ese software es mejor que sigan siendo cooperativas pequeñas y medianas, que conocen su entorno y saben cuidarlo. A mí me gusta más esta última propuesta, creo que es más sostenible y está más de acuerdo con la economía de decrecimiento, ecologista y feminista y del procomún que es evidente que es necesaria para hacer frente al cambio climático.
Hay ejemplos, de cooperativas de plataforma que se han estado poniendo en marcha y están empezando a funcionar compartiendo software y haciendo un gran trabajo en la gobernanza y el trabajo de equipo. Algunos ejemplos cercanos:
Mensakas (de Barcelona), Coop de Pedal (de Mataró), La Pájara (de Madrid) y otras cooperativas y asociaciones de reparto de Europa y también en Estados Unidos, que se han federado en CoopCycle y mutualizan servicios, sobre todo la plataforma y la aplicación móvil.
Som Mobilitat, una cooperativa para compartir vehículos, que ya está presente en toda Cataluña y participan en The Mobility Factory, una cooperativa de segundo grado, en la que comparten plataforma tecnológica con otros proyectos en toda Europa.
Katuma, una comunidad de grupos de consumo y productoras agroecológicas que comparten la plataforma online de compraventa de productos, y que además la comparten con la red de Open Food Network presente en más de 20 países de todo el mundo.
Evidentemente, no toda la economía es ni debe ser de plataforma, para dar respuesta a gran parte de las necesidades de las personas no hay necesidad de conectarnos a través de una plataforma digital.
Si queréis escuchar todo el programa de l’Altra Radio lo encontraréis en el Podcast (en catalán)