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Este sábado hemos participado en La Grimpada, un programa formativo del Ateneu cooperatiu de Terres Gironines coordinado desde Resilience Earth , y hemos ensayado el Modelo de sostenibilidad del procomún con casi una veintena de proyectos. 
Hemos ocupado la Sala Polivalente del Núria Social de Olot, el espacio de gestión asociativa (con una interesante historia de vocación social) que promueve la transformación social, económica y ecológica y la dinamización sociocultural en todo el territorio. Además, tiene un espacio de co-working con entidades de la ESS y también la XES de La Garrotxa.
En La Grimpada, a lo largo de cuatro fines de semana, un grupo de personas participantes en el programa y otros que participan solo como visitantes, trabajan para crear y consolidar proyectos de ESS desde el ámbito territorial, el ámbito de influencia o colectivo, el ámbito personal y el ámbito estructural.
Algunos de los proyectos están en fase de creación, otros son de entidades ya constituidas, pero que se encuentran en fase de consolidación, hace poco que existen, o participan con la intención de fortalecerse o de incorporar una perspectiva más cercana a la economía social y solidaria. Todos los proyectos tienen un colectivo cercano y algunos son economías comunitarias, como una comunidad energética, un ateneo o un proyecto de compostaje artístico y de reciclaje.
Los lienzos del Modelo de sostenibilidad del procomún se llenaron con los postits de cada uno de los proyectos participantes, que realizaron una primera iteración del modelo, recogiendo lo que ya habían pensado o trabajado y lo que aún necesitaban profundizar en cada uno de los cinco pilares: comunidad, recursos a movilizar, producción, compartir conocimiento y gobernanza, con la voluntad de ir un poco más allá e incorporar la autogestión colectiva en su razón de ser.